viernes, 22 de agosto de 2008

El adios

(Nana para morir)

Despierta niño, despierta...

Ha llegado la hora, y este, es justo el momento...

Tranquilo, amico, tranquilo...

Para cuando llegue la muerte, te acompañará una estrella,

Rojo tu brillo como el pulsar de su sangre...

Aguanta, viejo, aguanta...

El cálido rugido de la agonía en tu entraña... De tu dolor se alimenta la rabia, y esta tristeza, escribirá en los vientos el eco de una leyenda, que pronto se olvidará... De nuevo...

Cuantos, que dormitaran escondidos, hasta el retorno de otra era, para estallar al final, su fuego y su pesadilla...

Respira, paisan, respira...

Vete tranquilo, al devenir de este sueño, guarda tu pena,

Cubriéndote de nuevo, con el fulgor de tus alas,

Con la inquietud de tu brazo... Con la voluntad... Con la lucha...

Este frío, que martiriza tus manos, es solo la suave caricia de tus amores muertos...

Tu último suspiro, hará mella en la noche.

Descansa, Sariel, descansa...

Cuando llegue el momento, partirás sin menoscabo...

Cuando llegue la hora... Tú morirás... Sonriendo.

S.R

Umbra

1 comentario:

Diosa Maldita dijo...

bien hecho arles (Y)... muy bien...