miércoles, 6 de agosto de 2008

Me llaman perdido


Me llaman perdido. Mientras cruzan la calle y me compadecen...

Me dicen caído, el que ha olvidado...

No gritan, acusan, y el peso de sus voces es un augurio, del fragor que me espera en el infierno.

Y dicen, y piensan, y murmuran quedo, tras de mi estela de gritos...

Yo busco un refugio de café y tabaco,

Que me permita conjurar una vez más todo lo que esta oculto en mi alma...

Y paso... Como pasa el viento...

Recuerdo, por que mi vida es una sola memoria,

Las nubes de incienso y el temor al fuego,

La veneración a lo antiguo, el dulce eco de la verdad sagrada...

Los sonidos, el lamento del bronce, y el rugir apagado de las mrndangas...

Las flotantes alabanzas en lengua vernácula y ajena,

La maravilla constante que hasta las piedras llegaba...

También recuerdo, el oscuro día, en el que mi alma estalló en pedazos,

Y otra verdad más sublime y peligrosa,

Se adentró en mi alma con la furia eterna del hielo...

Cuando mi inocencia se partió y voló al infierno... Cuando sus voces,

Dejaron de tener significado para mí.

La siniestra delicia del camino de sombras,

La dulce agonía de vivir sin paraísos de papel...

Renegué de la luz que me ofrecía la caverna,

Y me adentré temeroso, pero firme, en los sangrantes marasmos que oculta la niebla.

Atendí el llamado de la sombra

Me acogí a su protección y angustia,

Y comprendí por fin que la libertad es un veneno, que a largo plazo se lleva tus sueños, en un tranquilo tormento de ironía...

Hoy, ya no hay dolor, pena o maldad de la cual mi alma no sea capaz, ni calma alguna que no puedan sentir mis manos, para siempre manchadas con la sangre y la mentira,

Ni tumba mas profunda que la que se esconde tras de mis párpados.

Si, estoy perdido, y este camino huele a sangre de viejas rosas y recuerdos...

Si, algo pavoroso me espera, cuando me adentre en las ruinas de mi pasado feliz y doliente...

Y otros rostros y otras voces, me pedirán sus cuentas por los errores cometidos...

Pero en mi triste deambular por estos campos,

Mientras la luna me ciega generosa con su blanca potestad...

El feliz aroma de mi rosa blanca, es el perfecto justificante,

Para cada paso, y decisión...

Soy feliz... Y duele su ausencia,

Y no me importa haberme condenado a un infierno,

Si esos delitos contra los dioses, me aseguraron,

Esta estación entre sus brazos...

Carai an caldazar, carai an ellisande...

Sariel Rofocale

Umbra...

No hay comentarios: